Había una vez tres cerditos que eran hermanos, y viveron en casa con sus madre. Los años pasaban y un día su madre dijó, “Mis hijos, ahora sois maduros y necesitaís a vivir solo.” Por tanto, los cerditos fueron a hacer hogares por sí mismos.
El primer cerdito decidió a construir su casa con paja. El segundo cerdito decidió a construir su casa con madera. Los dos cerditos terminaron rapidamente y fueron a jugar. El tercero cerdito decidió a construir su casa con ladrillos y el trabajó mucho.
Un día, el lobo decidió a pagar una visita a los cerditos. El primer cerdito y el segundo cerdito no tenía buena suerte. Sus casas no fueron fuertes y cuando el lobo dijó, “¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!”, los casas fueron destruidos.
Los dos cerditos corrieron a las casa de su hermano. El lobo dijó, “¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!” pero, la casa fue muy fuerte y el lobo no podió a destruir. Por tanto, el lobo intentó a entrar en la chimenea. Pero, cuando entró, ¡cayó en un olla de sopa que el cerdito estaba cocinaba! Y el lobo nunca fue visto de nuevo.

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